▲ Nuestro equipo en la segunda parte hizo más por el triunfo.
▲ Los canarios se conformaron con la igualdad.
▲ Cerca de 9.000 hinchas asistieron al compromiso.
▲ Cúcuta, el miércoles, enfrentará al Deportes Quindío.
¡Qué lindo hubiese sido si el cabezazo del boliviano Diego Cabrera entraba!. O si el remate de Matías Urbano no se estrella contra el palo y se convertía en gol. Pero no fue así. El destino no lo quiso, pero pese a ello nuestro Cúcuta mejoró un poco, levantó levemente su nivel y casi se queda con el triunfo en la edición 177 del clásico del Oriente.Acá escribí que el clásico había que ganarlo por dignidad. Y hoy quiero reconocer que los jugadores lo intentaron. Lucharon. Por eso es válido decirlo. Dentro de las limitaciones que tenemos, un plantel con pocos jugadores de buen nivel se acepta el esfuerzo realizado. Y por ello el aplauso del final como un pequeño premio.
Y, también, por ello el aliento de los hinchas que no se detuvo y que al ver la gallardía de los futbolistas cambió los silbidos de una semana por el apoyo incondicional.Y es que luego de cuatro derrotas consecutivas, Cúcuta se convirtió en un equipo lleno de confusiones. Dentro de lo que pretende el entrenador Aníbal Ruiz, lo poco y nada que dejó Pedro Sarmiento y la ansiedad nuestra, los hinchas, que no terminamos de entender que esta mala campaña era previsible por la carencia de buenos jugadores y los enormes problemas administrativos.Y en esa lucha estamos todos.
Ya que al ver a nuestro Cúcuta en el último lugar con cinco puntos y lejos de clasificar a los cuadrangulares, la victoria en el clásico se convertía en una necesidad para volver a sonreír en un mes que se está yendo y en el que aún no se festeja una victoria. En una razón para volver a tener ese idilio entre jugadores e hinchas.El primer tiempo fue para olvidar. Cúcuta salió al campo de juego con muchas precauciones.
"Seguridad para evitar sorpresas y goles", dijo el técnico.En la segunda parte la actitud cambió. El ingreso de Matías Urbano fue una clara de señal de intentar obtener el triunfo, pero Cúcuta carece de mediocampistas talentosos. Entonces con Yamilson Rivera, Victor Castillo, James Castro y Charles Castro en esa zona del campo era una utopía imaginar una acción colectiva. Por eso hubo tanto pelotazo, jugadas individuales y uno que otro remate desde afuera.Por supuesto que todos queríamos vencer a los tibios 'canarios', pero este año no pudo ser.
En todo caso hubo una leve mejoría y eso reconforta.
Mejoró el equipo en defensa con la presencia de Brayner García quien tapó ese 'hueco' que siempre ofrece Flavio Córdoba y con Elvis González se dejó de improvisar con Banguero como lateral izquierdo. Y si bien es cierto que ya van tres partidos oficiales por torneo local que no se anotan gol pues también este es el primer partido que no se reciben goles en el torneo. Se vienen dos pruebas muy complicadas. Enfrentar al Quindío en Armenia y luego a Junior en Barranquilla. Jodido. Veremos qué sucede.
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